Mirando al cielo

El Paisaje Cultural de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria no puede ser desligado del cielo; el cielo es una parte integrante e inseparable de la tierra.

Más allá de la calidad física del cielo observable desde el centro de Gran Canaria (acreditada por su condición de Re­serva y Destino Turístico Starlight), el cielo del Paisaje Cultural es el lugar en el que se localizan o habitan entidades espirituales-deidades, pero también el escenario en el que se desarrollan acontecimientos y eventos relevantes.

Lo que ocurre en el cielo puede tener tanto implicaciones exclusivamente espirituales como vertientes más prácticas, especialmente relacionadas con la comprensión y gestión del tiempo (el atmosférico y el cronológico-calendárico), ambos fundamentales en sociedades agrarias cuya supervivencia depende en muy alto grado de lo que ocurra en el cielo: cuándo sembrar y cuando cosechar, si va a llover o no, a quién o a qué rogar para que todo salga bien o cuando las cosas no van como deberían.

Los estudios de astronomía cultural tienen ya una tra­dición de dos décadas en el Archipiélago Canario. La relevancia estadística de las implicaciones astronómicas para un cierto número de sitios y el carácter especta­cular de algunas de las hierofanías astronómicas des­cubiertas (manifestaciones de lo sagrado en los astros), claramente apuntan a una intencionalidad en las relacio­nes astronómicas descubiertas hasta ahora. Todos estos argumentos sugieren fuertemente que el seguimiento de la trayectoria de los cuerpos celestes jugó probable­mente un factor importante tanto en la erección como en el propósito de muchos santuarios prehispánicos.