Situado en la carretera de Fagajesto a Barranco Hondo, colgado en el risco sobre el valle de Agaete, está este singular caserío donde todavía pueden encontrarse vestigios del pasado, pues posee uno de los núcleos de cuevas y terrazas colgadas habitadas que mejor estado de conservación presentan.
Se trata de un conjunto formado por cuevas naturales y artificiales, distribuidas en varios niveles o andenes superpuestos, algunas de ellas inaccesibles, que son las que se encuentran menos transformadas por la reutilización continuada de este espacio como un poblado. El Hornillo fue también un hito importante en esa ruta de penetración y comunicación que discurre por el Barranco de Agaete hacia las cumbres, y por tanto en una de las principales vías de trashumancia ganadera del tipo trashumancia de barranco o de costa a cumbres, de claro origen prehispánico, en la que cada rebaño de cabras se mantiene en un barranco que llega desde el casquete central de la Isla, incluyendo el paisaje cultural propuesto, hasta el mar, a 25 ó más kilómetros, existiendo normalmente un corral costero y otro cumbrero usados respectivamente en invierno y verano.
Igualmente El Hornillo se encuentra en un punto clave de la ruta de acceso al santuario de Risco Caído y a los Espacios Sagrados de Montaña del centro de la isla desde la costa noroeste de Gran Canaria.