El complejo troglodita de “Cuevas del Caballero” o “Cueva Caballero” está conformado por un total de siete cuevas artificiales excavadas. Las cuevas están orientadas hacia el sur y hacia el interior de la Caldera de Tejeda. Tres de ellas presentan plantas irregulares, pero no así las restantes, donde el trabajo interior de labrado ha permitido que techos, paredes y suelos presenten planos rectos sin apenas protuberancias. Las cuevas C5 y C6 son las más trabajadas del complejo, con paredes, techo y piso que han sido labrados hasta lograr superficies lisas y bien niveladas.
La totalidad de las cuevas contienen cazoletas o cúpulas excavadas en los suelos. Las cuevas C1, C2, C3 y C4 albergan además grabados en sus paredes, destacando los triángulos púbicos. Además de estos grabados, se encuentran otros como los cruciformes de la cueva C1, o los puntiformes de la C2. Se localizan también cúpulas de diversos tamaños en las paredes interiores de la totalidad de las cuevas inventariadas.
La cueva C2 contiene las manifestaciones rupestres más complejas de todo el conjunto troglodita de Cueva Caballero. Además conserva también el mayor número de motivos grabados. El panel principal enfrentado al hueco de acceso presenta una composición de motivos formado por cúpulas de tendencia circular y diferentes tamaños, así como triángulos púbicos.
Destaca por sus connotaciones la cueva C1, llamada también Cueva de Las Machas, porque según la tradición esta cueva estuvo habitada por mujeres que practicaban la brujería, aunque más bien la denominación se debe a una tradición distorsionada, que hacía referencia a que en este lugar vivieron mujeres dedicadas al culto, reafirmando el carácter del ámbito como uno de los principales santuarios de montaña de los antiguos canarios.