El Paisaje Cultural de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria está repleto de manifestaciones culturales de las poblaciones prehispánicas de la isla, desde cuevas artificiales pintadas hasta grabados alfabéticos líbico-bereberes.
El Paisaje Cultural ha venido siendo habitado de manera continuada desde hace al menos dos milenios, primero por una cultura de origen amazigh norteafricano que fue reemplazada por una cultural europea bajomedieval tras la conquista castellana del siglo XV.
Pero reemplazo no significa necesariamente desaparición, al menos para determinados elementos culturales. Los nuevos pobladores europeos supieron aprender y aprovechar técnicas, costumbres y comportamientos que eran perfectos para el aprovechamiento de los ecosistemas de la isla, aprendidos de aquellos que mejor los conocían.
El propio hábitat troglodita, prácticas agrícolas idóneas para terrenos escarpados y escasos en suelos cultivables, las rutas de la trashumancia ganadera, las técnicas para la elaboración de la cerámica e incluso una cierta concepción y percepción del cielo más allá de lo estrictamente físico; son solo algunos ejemplos de cómo las antiguas poblaciones canarias continúan de alguna manera estando presentes en el que probablemente fue su espacio más sagrado.