El Cabildo de Gran Canaria gestiona el importante patrimonio histórico conservado en nuestra isla y defiende la máxima protección de todos los espacios y bienes catalogados. En el contexto de la Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO, este Gobierno de la Isla decidió promover, en el mes de diciembre de 2014, la inscripción del Paisaje Cultural de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria, en la Lista del Patrimonio Mundial, en colaboración con el Gobierno de Canarias y con el apoyo de los responsables del Estado español.
El Paisaje Cultural alberga un conjunto de manifestaciones y obras bien conservadas pertenecientes a una cultura insular desaparecida que evolucionó en aislamiento a partir de la presencia, al principio de la Era, de los primeros bereberes o amaziges de procedencia norteafricana, hasta su conquista por la Corona de Castilla a finales del siglo XV. Esto al margen de algunos esporádicos contactos con las islas, en el siglo XIV, de los marinos del sur de Europa en busca de las nuevas rutas de las especias y del comercio de esclavos, sin ninguna influencia destacable en nuestro ámbito.
El Paisaje Cultural propuesto ocupa una extensa zona montañosa del centro de nuestra isla que alberga valores únicos en el seno de la colosal Caldera de Tejeda, una “tempestad petrificada” como la denominó D. Miguel de Unamuno. Se trata de un ejemplo excepcional que representa la odisea de las culturas insulares del planeta y que acoge las huellas de un proceso cultural único que evolucionó en aislamiento por más de mil quinientos años a partir de sus raíces bereberes, en el norte de África, y que aspira ahora a convertirse en nuevo paradigma de la evolución histórica y cultural de la humanidad.